- Pudo ser falta de recursos o no mirar la magnitud del problema
- En los incendios, la solidaridad de pobladores fue más rápida que el Gobierno
- Vocero de la Diócesis de Orizaba pide eficacia para reparar las cuantiosas pérdidas en sembradíos
Lissette Hernández
En la emergencia durante los incendios forestales, se pudo haber respondido de un modo más eficiente y rápido por parte de las autoridades estatales, consideró el vocero diocesano Helkyn Enríquez Báez, quien apuntó que no se sabe si esta reacción fue por la falta de recursos o por la falta de reconocimiento de la magnitud del problema. “En el caso de las instituciones hay una diversificación en la respuesta, algunas, las más cercanas, rápidamente trataron de acudir a atender la emergencia, pero a nivel estatal se pudo haber respondido de un modo más eficiente, más rápido.
No sabemos si es por la falta de recursos para atender o porque posiblemente se haya retrasado un poco la atención por el reconocimiento de la magnitud del problema”. Sin embargo, se espera que esto no vaya a significar que el modo de reparar los daños también vaya a tardar por parte de los organismos pertinentes para que se pueda ayudar a las comunidades y familias afectadas.
Dijo que este acontecimiento sirvió para ver desde puntos positivos la solidaridad de nuestras comunidades, la respuesta de instituciones, organismos e iglesias, pero también para evaluar lo que se puede mejorar en las instituciones que les toca atender este tipo de contingencias.
“Si hablamos de la población de las distintas brigadas de los ciudadanos, sabemos que hubo una respuesta rápida de expresiones, sea para ayudar a cavar las zanjas necesarias para evitar la propagación del fuego; para combatirlo a través de las personas que se unieron solidariamente para dar alimento a los brigadistas o los voluntarios que subieron para tratar de ayudar en alguna forma; quienes apoyaron a las
comunidades vecinas”.
Añadió que después de pasada la emergencia de los incendios en las distintas zonas, tendrá que venir el recuento de los daños. “Las pérdidas cuantiosas que se dan en sembradíos de aguacate, de laurel, de productos que se cosechan en esas zonas. También sabemos de las viviendas que han perdido familias y bueno las situaciones que dejan desolación, de pérdidas de muchas hectáreas que son lamentables porque es un patrimonio en nuestros bosques que van a afectar a corto y mediano plazo”.
De igual forma se tiene que pensar en la degradación de los suelos y la deforestación que puede afectar también a nuestra región, por ello llamó hacer conciencia de la necesidad de cuidar como lo llamó el papá Francisco: “la casa común”.
“Hacernos responsables de nuestro prójimo, pero también de nuestro entorno, la palabra ecología viene el griego oikos que significa casa y por eso tenemos que recordar que no podemos ser indiferentes ante lo que afecta a otra región, todos debemos ser responsables del medio ambiente”
Hacernos responsables de nuestro prójimo, pero también de nuestro entorno, la palabra ecología viene del griego oikos, que significa casa y por eso tenemos que recordar que no podemos ser indiferentes ante lo que afecta a otra región, todos debemos ser responsables del medio ambiente. Pero también esto lleva a pensar en la necesidad de instituciones y fondos que ayuden para este tipo de contingencias, pues aunque hay una instancia gubernamental que se encarga de esta área de la prevención de incendios, no se puede tomar como argumento la corrupción para desaparecer algunas dependencias que existan para auxiliar, prevenir y atender en este tema.
Otro aspecto a tomar en cuenta es la función que tienen cada uno de los ciudadanos, al evitar que se generen los incendios ya sea por quemas agrícolas o por acciones delictivas.